Para muchos la música y el dibujo son el paraiso, yo me incluyo. Una vez atrapados x el manto cálido del arte no lo puedes abandonar. Es una adicción, una escapatoria, un grito desesperado de nuestras almas buscando una razón de existir, de relajarse, de desaparecer y vivir algo nuevo y profundo. Es un abismo de extraña felicidad y eterna meditación.